jueves, 20 de septiembre de 2012

Una carta perdida en el camino


Intenté escribir tu nombre. 
Intenté escribir tu nombre 
en el cuaderno. 
Intenté escribir 
mil veces tu nombre, 
borrándolo en el intento. 
Cuando por fin entendí 
que escribir no era lo mío, 
arrojé el cuaderno al suelo, 
lo rocié con alcohol 
y, finalmente, 
comulgué con el fuego. 
Intenté pronunciar tu nombre. 
Intenté pronunciar tu nombre 
de cara al viento. 
Intenté pronunciar 
mil veces tu nombre, 
callándolo sin saberlo. 
Cuando por fin entendí 
que nombrarte era un juego, 
abrí el viejo cajón, 
saqué otro cuaderno 
y, derrotado, 
empecé a escribirte de nuevo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario